Jorge Riechmann nos transmitió el compromiso de la poesía y la generosidad del hombre, compartiendo con nosotros dos horas de lectura y conversación alrededor de su obra.
Queremos compartir con vosotros unas
pinceladas del ambiente que vivimos más de medio centenar de almas el pasado 15
de febrero en la Llibreria l’Àmbit; junto con el delicioso discurso de
presentación que le dedicó Jacinta Negueruela, poeta:
Cuando Stefan Zweig supo del acoso, censura y destrucción de sus libros por los nazis, dejó escrito: “Soy alguien que camina vivo dentro de su propio cadáver”.
Sobrevivir a la quema de libros deja heridas insoportables. En nuestra
sociedad occidental, ahora, los libros no se queman, pero la cultura está
amenazada. Jorge Riechmann alzó la voz ya hace tiempo ante esta cuestión y esta
librería es un buen lugar para
recordarlo.
Es difícil definir la obra de nuestro escritor, si acaso con adjetivos
que el propio lenguaje juzgaría contradictorios. Tampoco es obligado hablar de
alguien con la adjetivación. Un vasto territorio creativo parece ser la casa de
Riechmann: allí, el poema gusta salirse de sus límites y caer en otros jardines
solitarios o solidarios, donde el pensamiento vuela alto y bajo, aunque sin
alcanzar asideros en torres de márfil, ni tampoco aterrizar al ras de suelos
panfletarios.
El mundo, en la obra de Riechmann, está cerca, respirando ahí al lado,
con la complicidad del ciudadano amigo, pero el mundo no deja de tener sus
recodos y esquinas misteriosas, con sus aristas de silencio y soledad atentas y
la alerta necesaria para observar la vida.
Contemporáneo, diría, ecléctico, diferente, inadecuado y crítico. Así
miro al autor que hoy nos visita.
Querido poeta: te hemos invitado porque, como creador y como pensador,
cuestionas el mundo en que vivimos.
La poesía, hoy más que nunca, debe tratar de evitar lo que Yves
Bonnefoy, filósofo, poeta y también matemático como tú, ya ha anunciado y
denunciado como el próximo genocidio: el genocidio de la palabra, palabra que
desde los poderes de diferente naturaleza como el político o el económico, es
pervertida, edulcorada, disfrazada o, en definitiva, abandonada.
Y en realidad, muchos son los frentes sutiles desde los que la amenaza
acecha. Nombraré únicamente dos espacios muy cercanos y reconocidos: el mal uso
y abuso de las tecnologías de los medios de comunicación de masas, en
detrimento del cuidado del verbo, y la connivencia interesada de los poderes políticos,
éstos especialmente desdeñosos con la palabra, sino es para utilizarla como
arma arrojadiza.
Denuncio, pues, aquí, lo que Yves Bonnefoy expresa como “el
empobrecimiento militante de las maneras de hablar actuales”.
Sea pues este encuentro, otra vez, una oportunidad para la celebración de la poesía, palabra que es y será siempre, centinela garante de la dignidad de los pueblos, vigilante alerta ante los poderes y, al decir de Bonnefoy, movimiento de esperanza.
Riechmann visitaba Benicàssim a raiz de la
edición anual de los Encuentros Literarios con alumnos que organiza el IES de
Benicàssim desde hace 20 años.
La poesía y los ensayos de Riechmann nos acompañaron, junto con otros poetas, que salieron a la calle...
La poesía llenó todo el espacio; el ambiente lírico casi se "podía cortar con tijeras".
Gracias por vivir este momento con nosotros.
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